El masajista es aquel profesional que realiza masajes.
Es así de simple. Y qué es el masaje entonces? Pues cualquier maniobra manual sobre los tejidos blandos del organismo que busca presionarlos, retorcerlos, friccionarlos, etc.
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Hasta aquí todo bien. El verdadero problema surge cuando hay que saber en qué casos un masajista puede actuar.
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De nuevo la ley nos sirve de guía, la LOPS es clara, para tratar patologías hay que ser un profesional sanitario, y en este caso para tratar patologías mediante la movilización de tejidos blandos hay que ser fisioterapeuta.
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Esto no siempre ha sido así. La profesión de masajista sí que fue considerada como profesión sanitaria, en concreto hasta el 16 de mayo de 1979 (fuente wikipedia), y este cambio muy provablemente se debió a la creación de la Diplomatura en Fisioterapia por Real Decreto 2965/1980, de 12 de diciembre de 1980, y es que el masaje con fines terapeuticos queda integrado dentro de la formación de esta misma.
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Entonces en qué casos puede un masajista actuar?
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Hoy en día un masajista solo puede realizar masajes por razones estéticas, deportivas o simplemente por placer.
Quiromasaje
Y es que cuando solo sabes hacer una cosa... (“si solo tienes un martillo solo ves clavos”).
Cualquier dolencia que tenga una persona será tratada con masaje por el masajista, y para ser sinceros, seguramente el dolor disminuirá. El movimiento de los tejidos, el calor de las fricciones y el contacto cutáneo son poderosos neuromoduladores del dolor, pero cuidado, detrás de un dolor puede haber una lesión tisular y eliminándolo se puede quitar la ultima línea de defensa de nuestro organismo, pudiendo empeorar un cuadro patológico.
Por eso es tan importante cuando existe un proceso doloroso acudir a un profesional de la salud.